miércoles, 25 de abril de 2012

                                                     

El Lápiz.


En 1564 se descubrió el grafico en Cumberland,(Inglaterra, cercana a la frontera con escocia)esto
permitió la invención de los lápices de grafito ,que se introdujeron en Francia ,en la corte de Luis
XII
A partir de la mitad del Siglo XVII, las minas inglesas de grafito eran explotadas por la corona, y
servían también para la fundición de cañones y su producción estaba muy reglamentada, por lo que
se penaba con pena de muerte al obrero que llegara a extraer un fragmento de dicho material
En 1792 se cortaron las relaciones con Francia e Inglaterra Esto hizo que el ingeniero francés
Jacques-Nicolás Conté, ideara unos lápices de grafito y arcilla, rodeados de madera de cedro.
Pronto se impusieron en todo el mundo. Aunque otras documentaciones indican que el verdadero
inventor fue el hijo de un carpintero, el austríaco Josef Hardtmuth, del cual se habla en detalle en
la nota periodística incluida al pie de la página
La dureza de los lápices depende de la proporción entre grafito (una variedad del carbono) y
arcilla: cuanto más grafito se utilice, más blando u oscuro es el trazo del lápiz. Se mezclaba polvo
de grafito con arcilla, cortando en pequeñas barras que luego se cocían.
En 1812 el estadounidense William Monroe perfeccionó este proceso.
John Eberhard (nacido en 1822) construyó la primera fábrica de lápices en gran escala, en Estados
Unidos de América.
En las últimas décadas del Siglo XX, Brasil era uno de los principales productores de lápices, con
4.500 millones de unidades por año.

El lápiz, utensilio que pese al predominio del ordenador resulta aún hoy imprescindible
en todo el mundo, fue inventado por Josef Hardtmuth, un austríaco del que ahora
se conmemora el 250 aniversario de su nacimiento, el 20 de febrero de 1752. Hijo
de un carpintero de Aspern an der Zaya, Baja Austria, Hardtmuth aprendió en Viena
el oficio de albañil, llegó a ser arquitecto de los Príncipes de Liechtenstein y fundó
posteriormente una fábrica de tejas y una manufactura de loza. Descontento con la
baja calidad de los utensilios de los que entonces se disponía para escribir, tuvo la
ocurrencia de mezclar la arcilla con polvo de grafito, formar unas minas y cocerlas,
para sumergirlas después en un baño de cera para que el grafito dejara rastro en el
papel

Añadiendo las cantidades adecuadas de arcilla a la mezcla, pudo determinar el grado
de dureza del lápiz, y en 1792 fundó su propia empresa en Viena, cuya producción
sigue existiendo hoy en día

Anteriormente, en la Edad Media, se solía escribir con una varilla hecha de plomo y
plata, con la que más bien se grababa en vez de escribir, y en el siglo XV se produjo en
Italia la primera mina de plomo y estaño.

En 1658 se descubrieron en Inglaterra unos yacimientos de grafito, que supusieron una
revolución para los dibujantes, aunque esos lápices resultaban muy caros.

   

                                      


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